jueves, diciembre 07, 2006

NEGOCIAR SALARIOS

NEGOCIAR SALARIOS: UNA CUESTIÓN PROFESIONAL.

Artículo realizado por Ps. Andrea Arueste, Consultora de Outplacement

Cuando los profesionales buscan trabajo, nos preocupamos de varios ítems, como presentar un buen currículum, dar una buena imagen en las entrevistas laborales, contar con referencias que validen nuestro que hacer laboral, etc. Sin embargo, no todos los profesionales anticipan un plan para abordar la negociación de sueldo en el momento de firmar la contratación con un nuevo empleador.

La negociación en sí tiene que ver con llegar en acuerdos satisfactorios entre partes iguales, entre dos entidades comerciales, aunque una de ellas sea una persona. Esta etapa es la última en un proceso de selección de personal, en el cual la empresa ha invertido en adquirir a profesionales idóneos para realizar determinadas funciones, por lo tanto es una fase en que estamos en pie para comenzar a negociar la renta y futuras condiciones de trabajo.

El momento previo a la negociación con nuestros futuros empleadores, es un momento decisivo y estratégico, es donde debemos ser profesionales y no dejar en manos de las circunstancias la definición salarial de nuestras prestaciones. De este modo, recomendamos a los profesionales tener en consideración varios aspectos tanto personales como profesionales a la hora de entablar una negociación estratégica.

De antemano, tenemos que saber cual es la renta a solicitar ya que es una pregunta segura, conocer nuestras pretensiones de renta. Es por eso que a priori, debemos manejar un rango promedio de cuales son las ofertas que hace la competencia, las remuneraciones en cargos similares y la renta mercado. Es fundamental saber en que condiciones se encuentra la empresa y con que tipo de empresa y/o organización estamos negociando. En esta línea, es necesario crear un plan de circunstancias, es decir estar preparado no sólo para la oferta que la empresa nos realizará, sino también para la contra oferta que podemos realizar, es decir manejar un rango en términos de renta – sin lugar a dudas partiremos por el rango superior- pero también tener en cuenta los beneficios que de las organizaciones se pueden obtener, ya sea en capacitación profesional, asensos a cargos de jefaturas, salud, horarios, educación de los hijos, etc. En términos generales, al negociar debemos hacerlo como partes iguales y no situarnos de antemano en desventaja.

Otro punto fundamental a considerar para la negociación de nuestro sueldo, es que debemos conocernos a nosotros mismo, mostrar en que nos diferenciamos del resto, es decir, cuales son nuestras competencias, habilidades, experiencia, logros, cuál es nuestro objetivo para con el cargo a desempeñar, qué es lo que podríamos aportar en base a nuestros conocimientos y destrezas. Bajo este punto, es importante también conocer a la organización, en que etapa se encuentra, planes de gestión, cuales son sus proyecciones, beneficios, etc.

Si seguimos avanzando, es importante considerar que el aumento de sueldo se tiene que fijar desde el inicio, es decir cuando estemos conversando nuestra entrada a la empresa, lo cual no quiere decir que ya dentro de la misma no logremos aumentos de salario, sino que es más fácil cuando los acuerdos se establecen desde un principio. Es recomendable respetar los plazos para la reanudación de los acuerdos salariales y no ejercer presión durante la negociación, puede ser contraproducente. Sumado a lo anterior se recomienda evaluar la posibilidad que su sueldo este sujeto además a un porcentaje variable de acuerdo a su desempeño, esto sería efectivo en el caso de las políticas de la empresa y el cargo a desempeñar. Si es efectivo, asegúrese que pueda cumplir con las condiciones propuestas y que sea fácil poder medir las mismas.

Cuando uno no queda conforme con lo establecido, es importante ser directo con la contraparte, no tomar la decisión inmediatamente sino solicitar un tiempo para entregar una respuesta, sin embargo dejar en claro que uno está muy interesado en participar de esta empresa y que nuestra expertis sería útil en el equipo de trabajo, pero la renta no es la que económicamente conviene. Si las condiciones son por debajo a las expectativas y evalúas que los tratos no son efectivos a corto plazo es recomendable buscar otras alternativas laborales.

Fundamental, chequear rentas brutas y liquidas, bonos, variables, beneficios acordados antes de firmar y antes de renunciar a tu trabajo actual firma contrato con tus nuevos empleadores, es una sugerencia que te resguarda, en caso de que a última hora prescindan de tus servicios.

Si bien las recomendaciones son múltiples, no tenemos que olvidar que es importante presentarse de manera relajada, seguro de si mismo a la hora de negociar, ser adaptativo a nuevos escenarios, ser empático, sonreír y llegar a los objetivos previstos de acuerdo a nuestra anticipada planificación.

Ps. Andrea Arueste C-M.

Consultora Outplacement

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